Los dientes tiburón es un fenómeno que se produce en niños de entre 5 y 7 años. Es algo más habitual de lo que creemos y puede que pienses que no conoces a nadie que lo tenga o haya tenido, pero, ¿estás seguro?
¿QUÉ SON LOS DIENTES TIBURÓN?
Los niños tienen 20 dientes de leche y a la edad de 5, 6 y 7 años se van cayendo para dar paso a los dientes permanentes. Como verás hemos puesto diferentes edades, porque no es algo de un año específico, cada niño tiene su tiempo, al igual que cuando salen de bebé.
Este fenómeno aparece cuando los dientes permanentes nacen detrás de los dientes de leche, siendo visibles los dos dientes (de leche y permanente a la vez).
¿POR QUÉ APARECEN LOS DIENTES DE TIBURÓN?
Según el sector dental, no hay una sola teoría que explique el motivo, se barajan 3 hipótesis que dan luz a este fenómeno:
- Raíz: en ocasiones la raíz de los dientes de leche no se reabsorbe como debe hacerlo, lo que obliga a los dientes definitivos a nacer por detrás.
- Mandíbula: La mandíbula del niño es pequeña y los dientes permanentes no tienen el espacio, por lo que salen por donde pueden.
- Dientes definitivos: en otros casos, esto sucede por una desviación de los dientes permanentes.
En cualquiera de los casos, los dientes de tiburón no son un problema, en la mayoría de los casos, no hace falta intervención del odontólogo.
¿EN QUÉ CASO NECESITA EL NIÑO INTERVENCIÓN DEL DENTISTA?
Existen algunos casos en los que los dientes de leche y los definitivos provocan maloclusión dental e incluso molestias, es en este caso en el que el dentista extrae los dientes.
Pero como hemos dicho, esto no es un problema, ya que, por lo general, los dientes de leche se van cayendo y los definitivos vuelven a su sitio poco a poco, desplazándose hacia adelante hasta llegar a su posición.
Llegado el momento, es conveniente que el niño visite a su dentista cuando los dientes permanentes empiecen a salir para asegurar que todo va bien. Además unas revisiones de vez en cuando harán que el niño se sienta cómodo con el dentista y ayudaremos a impedir que tenga “odontofobia” en un futuro.