¿Qué es la gingivitis?
La gingivitis es una enfermedad inicialmente leve, que cursa con enrojecimiento de las encías, inflamación y sangrado.
Generalmente se debe a un cúmulo de placa bacteriana y sarro, aunque es posible que sea provocada por una mala técnica de cepillado o un incorrecto uso del hilo de seda.
En cualquier caso, debes acudir a tu dentista para evaluar las causas de dicha inflamación ya que posiblemente necesites una limpieza profesional o un asesoramiento de tu higiene dental.
Tras una limpieza profesional y el uso de colutorios específicos los síntomas deben desaparecer en el plazo de 15 días.
Si el sangrado y enrojecimiento persisten, es necesario realizar una evaluación de los tejidos que rodean el diente ya que podemos estar frente a un caso de Enfermedad Periodontal.
¿Cómo prevenir la gingivitis?
1. Correcta higiene diaria:
Importante cepillar dientes, encías y lengua.
2. Uso de hilo dental y cepillos interproximales:
Accederás a sitios donde el cepillo no puede alcanzar, como son las zonas entre diente y diente.
3. Uso de enjuague bucal:
El uso de colutorios con clorhexidina ayudan a disminuir el sangrado (consulta con tu dentista las pautas de uso de estos enjuagues)
4. Acudir a tu dentista para revisión: al menos 1 vez al año para realizar una limpieza profesional .
Enfermedad Periodontal
La enfermedad periodontal, comúnmente conocida como «piorrea», cursa con una afectación de los tejidos que rodean y soportan al diente. El hueso circundante comienza a perderse generándose la llamada «bolsa periodontal».
En este momento el paciente puede apreciar «espacios negros» entre los dientes, y aspecto de «diente largo»
Esta enfermedad suele ser indolora, y cursa con sangrado de encías, enrojecimiento, mal sabor de boca, supuración y en estadios avanzados puede existir movilidad de los dientes.
Son varios los factores asociados a esta enfermedad, tales como el tabaquismo, la diabetes o la genética familiar.
Sin embargo, siempre llevará asociada una gingivitis o inflamación de las encías previa no tratada correctamente.
El diagnóstico vendrá dado por la asociación de síntomas y por un sondaje y estudio radiológico. El sondaje permitirá cuantificar cuánto hueso se ha perdido.
En tratamiento es muy sencillo, cuya única molestia para el paciente son las propias del uso de la anestesia local.
Tras anestesiar el área, se procede a un desbridamiento y limpieza de la bolsa periodontal, llamado raspado y alisado radicular o curetaje.
El raspado consiste en remover el sarro que se ha depositado por encima y por debajo de la línea de las encías. El alisado de la raíz elimina las áreas ásperas que pueda tener la raíz del diente donde se acumulan los gérmenes
El paciente únicamente sentirá una ligera presión en el diente y un sonido de raspado.
Si el paciente no se somete a este tratamiento, se comenzará a afectar en forma progresiva al hueso alveolar y ligamento periodontal, con pérdida constante de los tejidos de soporte del diente que terminará con destrucción del hueso, movilidad dental y posterior pérdida del diente.
En la prevención de la periodontitis interviene una adecuada limpieza después de cada comida. Además, es necesario realizar revisiones periódicas con su dentista o periodoncista para que verifique la situación de salud y para que se tomen medidas en el caso de que ésta no se mantenga, dado que la detección precoz de los problemas periodontales simplifica su tratamiento.